Colección de mujeres al hombro…

Parece que te escucho …

“No me interesas, entiende !!!

Lo que ves es para que te des cuenta que no eres especial para mi, que no tienes un lugar importante en mi corazón y mi mente, aquí entran todas, TODAS ! La que sea, la que se acerque, la que se preste, y tú eres una más igualmente ….”

Parece que te escucho…

“No importa que te haya dejado conocer los secretos de mi habitación, ni mis rumbos, ni mis espacios, ni a mi gente, ni a mi sangre ….”

Parece que te escucho…

“Aléjate pero quédate, háblame pero calla, piénsame pero olvídame, estoy pero sólo a veces y tú, estarás cuando yo lo necesite; acepta, aguanta, no reclames, no pidas explicaciones, así es, así soy…”

Parece que te escucho, pero no quiero escuchar…

Æ’ 2019

Eres sueño …

Lanzas tu pregunta al aire, en mi mente aparece esa palabra, Sueño…

Nadie llega a nuestra vida por accidente, segura estoy qué siempre hay un propósito

Y al cruzarse nuestros caminos te quedaste impregnado para siempre en mi… etéreo

Te convertiste en sueño, color, ansias y sonrisa,

Deseo, remanso, motivo e inquietud…

El aire que me besa, fuego, lluvia que me moja… el tatuaje que llevo en la piel del alma… presencia constante en mi mente…

Encendiste la luz que estaba apagada, me enseñaste a soñar, a volar, a sentirte en el aire, a suspirar por verte, a compartir la vida, a sonreír…

A veces fuiste también ausencia, tristeza, espera e incertidumbre, lágrima, silencio, intermitencia y desazón …

Pero más que todo eres mi cómplice, permanencia inmutable, marca indeleble, huella imborrable…

la Luna sonríe al mirarte …

Æ’19

RELACIONES Y RETROALIMENTACION

La retroalimentación es la base de todas las relaciones. Los demás reaccionan de acuerdo a nuestra disposición y a la interacción constante. Frecuentemente, si uno no busca a alguien ese alguien no le buscará, a menos que sea una persona con la que tenga un lazo especial, ya sea familiar, laboral o afectivo-emocional, para lo cual necesariamente preexistió y existe esa retroalimentación a la cual nos referimos.
Por tanto, uno decide las relaciones que desea mantener y alimentar, y también aquellas que prefiere no fomentar.
De esta manera, si deseamos crear relaciones deberemos entrar en contacto y buscar la interacción.  Más no perdamos de vista que cada quien tiene sentimientos e intenciones propias y quizá, aun con la insistencia de nuestro contacto, la otra persona no tenga la misma disponibilidad para tal relación, de la misma forma, habrá personas que insistan en tener contacto con nosotros y no encuentren la retroalimentación necesaria para que la relación prospere.
En algunos casos existirán relaciones ya iniciadas, y que, por un sinfín de razones, no deseamos continuar, entonces lo indicado será la no retroalimentación, de acuerdo al tipo de relación.
Habrá ocasiones en que la relación no sea posible de concluir por causas de obligatoriedad, en tal caso lo mas recomendable es mantener el contacto dentro de parámetros establecidos de seriedad, formalidad y respeto.
Más existen algunas relaciones que, hablando claro, nos cuesta trabajo terminar, ya sea por lástima o por temor a herir los sentimientos de la otra persona; ¿Qué hacer en estos casos? Seamos honestos, mantener una relación que no nos provoca ningún tipo de sentimiento, con la cual no vemos futuro, ni crecimiento y que además no nos obliga, representa una mala jugada para la otra persona quién seguramente tiene otra perspectiva de la relación. En tal caso existen dos opciones dependiendo del tipo de relación:
Una, comunicar directa y claramente la realidad de la situación a la persona en cuestión, evitando así que se cree expectativas inciertas.
Dos, evitar la retroalimentación, con lo cual la persona notará el desinterés y se retirará voluntariamente.
De cualquier forma, las relaciones humanas son todo un desafío y está en nosotros crear relaciones sanas, fuertes y enriquecedoras en ambos sentidos, practicando la autenticidad, la amabilidad y la empatía.

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